El hombre era parte de la comunidad "gamer" de Mar del Plata y participaba en diferentes grupos de Facebook, donde conoció a la mayoría de las víctimas.
Unas veinte personas denunciaron por estafa a un hombre que “desapareció” luego de que le entregaran dinero en efectivo para la compra de insumos tecnológicos o para que lo inversión en bitcoins.
Las víctimas presentaron la denuncia el pasado viernes en la comisaría primera, por una suma cercana a los 5.000.000 de pesos. La Fiscalía de Delitos Económicos confirmó a LA CAPITAL que este lunes por la mañana tomaron conocimiento del caso e iniciaron las primeras tareas investigativas.
Además, el fiscal Javier Pizzo, al ser consultado al respecto informó que el sospechoso ya tenía una causa por hechos similares de mayo, por lo que desde la fiscalía habían solicitado información de cuentas bancarias en el extranjero.
Según informó el abogado de la gran mayoría de las víctimas, Juan Manuel Rivero Clauso, el acusado prometía, en el caso de las inversiones, un “importante” retorno en dólares y, en el caso de insumos tecnológicos, mejores precios a los que ofrecía el mercado local.
En los casos denunciados, el supuesto estafador tenía cierta relación con las víctimas, a quienes conocía de años de transacciones o de grupos de Facebook vinculados al mundo de los videojuegos.
De esta manera, explicó el abogado Rivero Clauso, el hombre se ganó la confianza de las víctimas hasta que empezó a ofrecerles que invirtieran en sus negocios, que generalmente eran el de dotar de telefonía móvil una empresa, comprar bitcoins o conseguir consolas de video juegos o celulares baratos.
Las denuncias
Una de las víctimas es un joven de 32 años que le confió 5.000 dólares al acusado para que invirtiera en bitcoins, con la promesa de que tendría una ganancia del 25%. Otra le confió 2.000 dólares y otra 1770. Solo entre estas tres denuncias la suma sería de unos 400.000 pesos.
Pero las estafas que se le atribuyen a este hombre no son solo por “inversiones en bitcoins”, en dos denuncias aseguran que le entregaron dinero para que pagara a ARBA una moratoria “moviendo contactos” que decía tener; en otro caso un hombre le dio 25.000 pesos para “una máquina de hacer milanesas”; en algunos casos ofrecía servicio técnico de Play Station 4, pero al darle la consola no la devolvía.
También se destaca una denuncia de un joven del barrio San Cayetano que le habría entregado un celular de alta gama, una TV de 29 pulgadas y una computadora “gamer” en consignación para la venta. Estos productos, valuados en unos 150.000 pesos nunca más aparecieron.
Entre los principales damnificados figura una persona de Avellaneda, quien aseguró haberle dado cerca de 9.000 dólares y, al haberlo hecho mediante depósito bancario, tiene los comprobantes como pruebas.
Sin embargo, el abogado de las víctimas dijo que seguir el dinero por las cuentas bancarias será una tarea difícil, ya que el acusado no estaba bancarizado y las cuentas que utilizaba eran de amigos de él.
El “Viglione de los gamers”
Para el abogado Clauso Rivero, el modelo de estafa que se presenta en esta causa es el Esquima Ponzi, un sistema piramidal de inversiones que no resulta sostenible en el tiempo. Es una operación fraudulenta de inversión en la que se paga los intereses de los inversores con el propio dinero invertido o con el dinero de nuevos inversores. El esquema Ponzi funciona si crece la cantidad de nuevas víctimas, ya que nunca se invierte realmente el dinero, sino que solo se redistribuye el dinero de un inversionista a otro.
“La bola de nieve que se le formó fue cada vez más grande. Le pasó como a Viglione, le explotó la bomba y desapareció”, expresó el abogado, en referencia al caso del periodista especialista en mercados Danil Viglione, que es juzgado por 87 estafas por una suma cercana a los 4 millones de dólars.
La desaparición del acusado
El acusado de haber estafado a unas veinte personas fue visto por última vez el martes pasado a las 11 de la mañana, cuando la portera del edificio céntrico donde vive lo vio salir apurado del lugar y subirse a un taxi o remís.
El acusado dejó de responder mensajes de whatsapp y borró sus perfiles en las redes sociales.
Según trascendió, esa misma tarde, “prestamistas” lo fueron a buscar a su departamento, pero ya no estaba allí.
Ese mismo martes a la noche, una de las víctimas de estafa lo fue a buscar al departamento y golpeó a un amigo del acusado que estaba cuidandole el lugar. Por este hecho hay una causa abierta en la Fiscalía de Flagrancia.
“Hay mucha gente que lo está buscando. Tiene estafas en muchos lugares. Ojalá que se entregue”, expresó el abogado Rivero Clauso.